Que hemos cambiado nuestras formas aprender y enseñar, es evidente.

Que hemos avanzado desde aquellos tiempos en los que nuestras fuentes de información eran reducidas (familia, profesorado y bibliotecas) a otro en el que podemos tener acceso al conocimiento en cualquier momento, lugar y con diversidad de soportes, es un hecho.

Y que ya no nos es suficiente el simple consumo de información, está claro.

Tal y como afirma Dolors Reig, hemos evolucionado dejando atrás las TIC (tecnologías de la información y comunicación) vistas como herramientas que nos permiten llegar a la información (y que han jugado un papel importantísimo) para considerar las TAC (tecnologías del aprendizaje y del conocimiento).

Las TAC suponen, no solo el acceso a la información, sino la capacidad para seleccionar nuestras fuentes, analizar la información, construir nuevos conocimientos partiendo de todas aquellas personas, herramientas y recursos que constituyen nuestro PLE (entorno personal de aprendizaje).

Como docentes y tutores vemos que la gran diversidad de opciones de las que disponemos en la web nos facilitan (e incluso obligan), a variar nuestras metodologías en la implementación de acciones formativas, posibilitando la adaptación de los conocimientos a las necesidades de nuestros alumnos y alumnas, haciendo más motivadoras las clases, estimulando la innovación, creatividad, aparición de nuevas formas de trabajar, la crítica, la reflexión…

Este es el paso al siguiente nivel, en el que toma protagonismo un factor que consideramos importantísimo, la interacción, la posibilidad de compartir, reflexionar, crear nuevos conocimientos con otras personas. Son las TEP (tecnologías de empoderamiento y participación), la visión más interactiva, comunitaria, estimulante, creativa y eficaz del aprendizaje.
Lejos queda la concepción de la web 1.0, evolucionada hasta el punto en el que todos podemos ser generadores y proveedores de conocimiento.

Es el momento de fomentar las TEP y si lo conseguimos estaremos posibilitando el desarrollo, crecimiento, innovación y efectividad de nuestro PLE. Un PLE activo, interactivo, participativo que nos permitirá aprender más y mejor, enmarcado, como plantea Reig en el TEP-learning.

Para concretar un poco más sobre el tema, no dejes de ver el siguiente vídeo