¿Eres de las personas que lo primero que hacen al levantarse es conectarse a Internet? ¿y de los que cierran el día revisando lo que sucede en la red? ¿te pasas el día haciendo clic en links para informarte constantemente de todas las noticias que puedes? ¿revisas el correo electrónico y tus redes sociales infinidad de veces a lo largo del día?…
Siento decírtelo, pero ¡estás infoxicado o infoxicada!
Hoy en día, estar al tanto de todo lo que sucede en el mundo, en nuestro sector profesional, entorno próximo, espacios de interés, etc. es muy complicado (por no decir imposible), porque es tal la cantidad de información de generamos que no podemos seguirla toda. Producimos muchísimo más de lo que podemos consumir.
Facebook, Twitter, LinkedIn… son solo algunas de las redes sociales que solemos seguir y de las cuales podemos aprender y enriquecernos personal y profesionalmente. En cada una de ellas tenemos a multitud de personas a las que seguimos, porque nos pueden aportar mucho de su sabiduría, y a las que nosotros podemos enseñar. Sin embargo, entre unos y otros nos damos cuenta que generamos tal cantidad de información que será muy complicado de procesar y digerir.
Así que tenemos dos opciones: nos volvemos locos buscando, leyendo y tratando de asimilar tal cantidad de contenidos o, aprendemos a organizar y gestionar su consulta.
Lo importante es no caer infoxicados: ¿qué es eso? ¿tiene cura?.
Alfons Cornellá creó el término infoxicación y lo definió como…
«… el exceso de información. Es estar siempre «on», recibir centenares de informaciones cada día, a las que no puedes dedicar tiempo. Es no poder profundizar en nada, y saltar de una cosa a la otra. Es el resultado de un mundo en donde se prima la exhaustividad («todo sobre») frente a la relevancia («lo más importante»).»
Poniéndole remedio…
Lo importante es no volvernos locos y ser capaces de filtrar, canalizar, organizar y aprovechar aquello útil, de lo que aprendamos y nos enriquezca.
Podemos utilizar herramientas que nos faciliten la organización de las webs que conforman nuestro entorno personal de aprendizaje, tales como Symbaloo, las listas en Twitter, los grupos de interés en Facebook, etc. Aunque un punto de partida podría ser mejorar la forma en que buscamos información en nuestros buscadores.
Recomendamos el uso de operadores de filtro al hacer consultas en Google (buscador más utilizado). Podemos decir que son estrategias para intentar ser más efectivos al buscar información. Algunas de las más usuales las representamos en la siguiente infografía.
En definitiva
Como reflexión personal después de haber visto y experimentado, como navegante de este mar de redes, lo que puede ser una «sobredosis de información», considero que hemos de:
- Utilizar la red con cabeza, sabiendo que hay mucha información valiosísima, pero también mucho ruido, así que ojo a aquello o aquellos a los que seguimos, compartimos…
- Ser capaces de ver con un prisma crítico lo que buscamos y la información que obtenemos como resultado.